7/1/14. Tema: Cuba en la sesión del Senado, cuando se trató el punto de la autorización a nuestro presidente para ir a la reunión de la CELAC, en La Habana, surgieron cuestionamientos por parte de Ope Pasquet, Lacalle y otros legisladores opositores. El tema era Cuba.
Señor Presidente: nosotros nos sentimos plenamente representados por las palabras del Senador Baráibar, que nos han parecido justas, atinadas y oportunas. De todos modos, no queremos dejar de expresar que, en su planteo, el Senador Pasquet –a quien consideramos una persona equilibrada, seria, que mira muchas veces el panorama en su conjunto y a quien no dejamos de reconocer sus aportes en Comisión– le erra, y feo. El Senador se olvida, por ejemplo, de Bahía de Cochinos. El Senador se olvida de ese intento de invasión de un país a otro, no le importa, no le interesa, no registra entre sus antecedentes ese hecho que generó centenares de muertos en Cuba y que, por suerte, terminó en una derrota. No condena aquí y ahora esa violación de los derechos de un país a elegir la vía que entienda pertinente para su desarrollo político, económico y social. El mismo Senador se olvida de los miles de atentados que ha habido contra la vida de los principales líderes de la revolución cubana, fundamentalmente contra la de Fidel Castro. Se olvida de esos hechos o no los quiere recordar, pero son innegables y reales. Si alguien tuviera dudas de todos esos intentos de matar, de asesinar a los líderes de un país, a los jefes de esa revolución, puede pensar en todo lo que está ocurriendo hoy en el mundo –que el Senador tampoco nombra, ni ha traído a cuento en ningún instante– en cuanto al espionaje universal al que estamos sometidos todos los seres humanos de este planeta por la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos. En ese proceso de espionaje hay implicados hasta Jefes de Estados amigos, por lo que pensemos qué será de Cuba al respecto. Desde ese punto de vista, no se ha señalado lo que debe ser la vigilancia y los diversos ataques sobre Cuba. Hay hechos concretos muy fuertes que no ha mencionado aquí el Senador. Por ejemplo, podemos recordar el vuelo 455 de Cubana de Aviación, que se dirigía de Barbados a Jamaica, con destino a la capital de Cuba, La Habana. Dicho avión fue destruido en un atentado terrorista que tuvo lugar el 6 de octubre de 1976, pero ninguno de los Senadores aquí presentes ha mencionado este hecho. Iban 73 personas a bordo de la aeronave –un Douglas DC-8, de fabricación estadounidense– y ese hecho constituyó, en ese momento, el peor ataque realizado contra un avión en el Hemisferio Occidental. Allí se utilizaron dos bombas descritas como dinamita o explosivo C-4. La evidencia posterior implicó a varios individuos contrarios –por supuesto– a la Revolución, integrantes del exilio cubano, que tenían vínculos con la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, y a algunos miembros de la policía secreta venezolana de aquel entonces. Este hecho tuvo rápidas implicancias políticas internacionales ya que el Gobierno cubano acusó al estadounidense, sin ambages y sin dudas, de estar detrás de este acto salvaje y bárbaro de agresión.
Después, en el año 2005, documentos desclasificados de la CIA –esto no lo dice Lorier, que es un comunista, ni ningún frenteamplista, pero tampoco lo menciona ninguno de los señores Senadores preopinantes, tan preocupados ellos por la situación– indican que esa agencia estadounidense “tenía inteligencia concreta de avanzada, tan temprano como junio de 1976, sobre planes de grupos terroristas cubanos exiliados, de atacar con una bomba un avión de línea de Cubana”. Por su parte, el antiguo agente de la CIA, Luis Posada Carriles, negaría haber estado personalmente involucrado en el atentado pero, no obstante, proveería varios detalles del mismo en el libro de 1994 “Los caminos del guerrero”, titulado así por este asesino. Se dice que “Cuatro hombres fueron arrestados en relación al atentado, y se realizó un juicio al respecto en Venezuela: Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano fueron sentenciados a 20 años de prisión, pero Orlando Bosch fue finalmente absuelto debido a defectos técnicos en la consecución de las pruebas o evidencia por parte de la fiscalía y ahora vive en la ciudad de Miami, la capital del exilio cubano. Por su parte, Luis Posada Carriles estuvo detenido durante ocho años mientras aguardaba una sentencia definitiva” –esto tampoco lo menciona ninguno de los tan preocupados señores Senadores– “pero eventualmente logró huir. Con posterioridad ingresó a los Estados Unidos, donde estuvo detenido por haber ingresado ilegalmente a su territorio, siendo liberado el 19 de abril de 2007”.
Aquí no he escuchado absolutamente nada sobre este tipo de atentados, de agresiones o de invasiones. Desde hace más de quince años están arrestados cinco patriotas cubanos, justamente porque allí, en Miami, anida la mayor gusanería que se pueda pedir respecto a este tipo de ataques, de sabotajes y de atentados, que ciegan la vida de centenares de personas. Ellos intentaron colaborar para descubrir planes de esta naturaleza que permanentemente están en el orden del día del principal imperio que existe en este planeta y fueron arrestados, y desde hace quince años están allí; solo liberaron a uno y los otros cuatro todavía tienen mucho tiempo de condena por cumplir. Estamos seguros de que solamente la solidaridad internacional va a poder conseguir su libertad.
Como decía, no hemos escuchado ninguna palabra sobre estos cinco cubanos detenidos en Estados Unidos. Tampoco hemos escuchado ningún razonamiento acerca de que Cuba en alguna oportunidad haya querido invadir aquel país, haya mandado aviones, haya fumigado con virus las plantaciones de tabaco o de importantes cultivos estratégicos para la vida de Estados Unidos con la intención de que sufriera problemas económicos, o haya instalado un bloqueo a Estados Unidos, cosa que todos sabemos que sí existe por parte de ese país contra Cuba, lo que es criminal, porque le significa bastante más de US$ 100.000:000.000 debido a las distintas complicaciones que le genera para el desarrollo de su vida productiva, económica y social, e incluso para conseguir medicamentos. Y a la luz del Tea Party de Marco Rubio –este Senador tan popular en Miami, tan ascendiente y que proviene del exilio cubano– cada vez se acentúan más las medidas relacionadas con ese bloqueo que, repetimos, para nosotros es criminal y único en la historia.
Lo que observamos es que para nada importa que mientras en el mundo hay 146:000.000 de niños con desnutrición infantil, la Unicef –no cualquier organismo, sino la Unicef, vinculada a las Naciones Unidas– declare a Cuba país con 0 % de desnutrición infantil. ¡Eso no importa! Esos derechos humanos, que en otros lados se vulneran diariamente, no interesan a quienes vienen a hablar de algunas personas que pueden estar detenidas con todas las garantías de la ley cubana, justamente por tratar de reproducir atentados, sabotajes y oposiciones del tipo que hemos mencionado anteriormente. Sin lugar a dudas, acá no estamos ante un juego de niños, ¡y vaya si los cubanos lo saben! Muchas vidas les ha costado esta pelea que, dependiendo del punto de vista del que se la mire, en el acierto o en el error, ha tratado de llevar adelante un camino propio de desarrollo.
A los señores Senadores preopinantes no les interesa que hoy Cuba tenga la tasa de mortalidad infantil más pequeña de América Latina y una de las más bajas del mundo. Hay 4,2 %o de mortalidad infantil, es decir, 4,2 por cada mil niños nacidos vivos. Por supuesto, eso no les interesa; están en otra cosa y, sinceramente, los comprendemos: están en otra cosa. Tampoco les importa que, si todo sigue como se prevé, en el 2015 se eliminará la pobreza desde todo punto de vista y no solo desde el infantil.
SEÑOR LORIER.- Evidentemente, el panorama se mira desde un punto de vista sesgado, porque ninguno de estos señores Senadores se pregunta qué está pasando en Guatemala con el asesinato de las pobres comunidades indígenas que buscan defenderse de ser desplazadas por las transnacionales yankees que quieren explotar allí sus riquezas naturales, su petróleo; no, eso no les interesa. Vienen acá y hacen planteos que no tienen que ver ni un poquito con lo que pasa en Honduras; no hablan una palabra de las Maras, esas bandas que se iniciaron en Estados Unidos y que se han extendido por todo Centroamérica; no les importa absolutamente nada la feudalización y la barbarie que hoy está hundiendo a México. Justamente, en el día de hoy leímos acerca de la proliferación de mecanismos de autodefensa en el Estado de Michoacán, donde domina la mafia de Los Templarios. Ahora allí cada ciudad es un mundo, dominada por distintos sectores en un proceso en el cual, claramente, la descomposición del tejido social producto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte dio como resultado –naturalmente, así debía ser– que cientos de miles de campesinos quedaran sin sus ejidos –se eliminó esa ley–, sin sus tierras, y pasaran a engrosar los nuevos contingentes, ya que esa es una de las profundas causas del auge de las mafias y de los grupos criminales en México. Evidentemente, estamos en un proceso de enorme descomposición.
Esos hechos no les interesan para nada a los señores Senadores que han hablado aquí, porque no los mencionan ni los ven; no mencionan a Colombia…
SEÑOR LORIER.- …no mencionan la situación que ha ocurrido hace tres días –aprovechamos la oportunidad que nos brindan los señores Senadores preopinantes para denunciarla en el Senado–…
SEÑOR LORIER.- …con respecto a la detención de Francisco Toloza, integrante de la Directiva de Marcha Patriótica, que acompaña a la ex-Senadora Piedad Córdoba y que ha estado en Uruguay, pero cuando llegó a Colombia –hace pocos días– fue detenido. En estos momentos debe estar siendo interrogado y probablemente siga la suerte de cientos de miles de colombianos que han sido asesinados en ese país.
Es de conocimiento de los señores Senadores que Estados Unidos tiene varias bases en ese lugar, una de ellas estratégica, no solo para América Latina sino también si se mira a África, ya que estamos en presencia de estrategias globales muy importantes e interesantes de analizar. Estados Unidos tiene 34 bases en América Latina. Ahora, me pregunto: ¿cuántas bases tenemos los latinoamericanos en Estados Unidos o rodeando a ese país? Reitero: ¿cuántas bases tenemos nosotros? Quienes supieron luchar contra las bases que quisieron instalar, en algún momento en este país, los Estados Unidos en particular, deberían reflexionar y decir algo sobre esas 34 bases que –¡oh, casualidad!– no están tan mal ubicadas.
SEÑOR LORIER.- La Amazonia les interesa, ¿o no?; el reservorio les interesa, ¿o no?; ¿les interesará o no lo que América Latina tiene en materia de riqueza petrolera, minera y de todo orden?
Evidentemente, como muy bien expresó el señor Senador Baráibar, aquí estamos –les guste o no– con los figurines atrasados. Digo esto porque quienes cuestionan hoy el tema de la presencia de nuestro Presidente en una reunión de la Celac en la que estará Cuba, deberían haberlo hecho –se hubiese realizado o no en territorio cubano, eso es lo de menos– en oportunidad de la reunión anterior. Reitero que deberían haberlo hecho en aquella oportunidad porque, si mal no recuerdo, aquí autorizamos a nuestro Presidente a asistir a esa reunión y quienes aquí denuncian ya sabían que Cuba iba a estar presente, por lo que en aquel momento deberían haber dicho todo lo que hoy tratan de decir aquí. Muchas gracias.
SEÑOR LORIER.- Pido la palabra para contestar una alusión.
SEÑOR LORIER.- Quiero reconocer un error. El señor Senador Lacalle Herrera corregía en cuanto a que se trata de un embargo y no de un bloqueo y, efectivamente, es así. Quiero decir, ya que él lo mencionó, que el embargo comercial hacia Cuba es el más prolongado que se conoce en la historia moderna y, ya que me corrigió, también podría haber dicho –aunque quizás esto no esté en su mente o en su conocimiento– que ha sido condenado 21 veces por las Naciones Unidas porque argumentan que es un lastre para la economía cubana. En la última votación, que fue el 29 de octubre de 2013, el embargo sólo contó con el apoyo de dos países; dejo a la imaginación de los señores Senadores cuáles pueden haber sido. Creo que también lo votó alguna pequeña isla pero, en realidad, fueron dos países los que apoyaron este embargo, el resto no lo hizo.
Es bueno que también se sepan estas cosas; estos debates son interesantes para conocer cada vez más aspectos de la vida –como bien dice el señor Senador Lacalle Herrera–, del mundo. Además, me alegra muchísimo porque nos debemos un gran debate, por ejemplo, sobre lo que está pasando en África, porque allí tenemos tropas. En ese continente hay coltán y el señor Senador Lacalle Herrera habló de sus tribus pero no dijo ni una palabra de los intereses imperialistas que están detrás de la búsqueda de ese material que pocos conocen y que es clave para estos aparatitos que nosotros tenemos.
Hubiera estado bueno si hubiera profundizado un poco más acerca de quiénes están –y no desde ahora– detrás de los choques intertribales. Hay que leer a Joseph Conrad y “Las tinieblas”, ese libro maravilloso en el que ya se mostraba el colonialismo europeo actuando, liquidando y matando a los pueblos indígenas.
Gracias, señor Presidente.