EL BUSCADOR

ANGELES Y DEMONIOS EN LA INDUSTRIA DEL MEDICAMENTO


Por Gonzalo Perera.

Cuando nuestro compañero Tabaré, al comienzo de su presidencia, comienza su campaña frontal para desestimular el tabaquismo, uno, que detesta visceralmente el tabaco, temía que el acatamiento de la población a las medidas que impulsaba el gobierno fuera bajo.
Pero, grata sorpresa, fue excelente. La exitosa política de Uruguay al respecto fue tomada como ejemplo de referencia y posiblemente por ello, Philip Morris hizo sus presiones sobre nuestro país. Pero al hacerlo, despertó tanto en el promotor de estas políticas, Tabaré, como en el actual presidente, Pepe Mujica, una respuesta digna y firme, de país dispuesto a ir a juicio contra la multinacional que sea cuando nos asiste razón, porque la diginidad no puede ser supeditada a ningún acuerdo comercial. Al menos no para nadie que se diga de izquierda sin sentir rubor al hacerlo. Legítimo motivo de orgullo esa actitud de los gobiernos frentistas, que es de esperar se expanda a otros terrenos, no menos importantes que el tabaco, donde mediante exactamente la misma lógica se pretende amedrentarnos y enajenarnos de nuestra dignidad soberana. El buen precedente marca que el Uruguay del Frente Amplio no se asusta por una amenza de juicio, ni supedita los intereses de la población a cláusulas escondidas en un largo tratado bi o multilateral.
Pero esta buena nueva significó también una pulseada fuerte en torno a los halcones que horadan la salud de los pueblos. En este caso, los que descaradamente viven del daño que se autoinfrigen los pueblos, como las grandes tabacaleras.
Pero quizás tanto o más repugnante resulta constatar los ataques feroces a la salud y dignidad humana que se hacen por parte de quienes se supone viven para velar por ella.
El Uruguay viene de superar un absurdo conflicto médico, más específicamente de los anestesistas, en el que se vió como los propios profesionales de la salud pueden ser mucho más sensibles a las leyes del mercado que a las de la Naturaleza o al propio juramento hipocrático. Habiendo dejado atrás esa tristísima página de la medicina nacional, habiendo situado claramente en el mapa dos grandes riesgos para la salud poblacional (los productores de sustancias probadamente nocivas y los profesionales de la medicina que anteponen desmedidamente sus propios intereses a la salud pública), es hora de prestar atención a un tercer actor, que quizás sea el de mayor peso de todos: el de la industria del medicamento.
Comencé la semana recibiendo un correo electrónico de Sofía Silveira, del servicio de información "Myinfomining" en el que se incluyen tres casos que merecen examinarse. Pues muestran las dos caras de la industria farmacéutica, la brillante y la lúgubre, sus ángeles y demonios. Un caso transcurre en Francia, el segundo entre Nigeria y EEUU y el tercero en Cuba.
Mediator, es un medicamento que se prescribió en Francia a partir de 1976 para diabéticos con sobrepeso. A este medicamento, supuesta ayuda para la salud, se le adjudican unas 2.000 muertes, pero con un agravante muy particular. Mientras que Mediator fue retirado del mercado en el año 2009, ya a partir de 1998 (es decir, 11 años antes) había fundadas y reiteradas denuncias sobre los riesgos que aparejaba su utilización. Entre 1998 y 2009 se sucedieron en Francia gobiernos de izquierda y de derecha, por lo que actualmente, el escándalo suscitado por el descubrimiento del "letargo" del sistema político ante las denuncias sobre Mediator, salpican a todo el abanico político. En 1998 tres especialistas elevaron un informe a las autoridades sanitarias francesas advirtiendo sobre el uso no controlado de un producto de estructura anfetamínica con un objetivo anorexígeno (es decir, destinado a reducir el apetito). Posteriormente, otros especialistas alertaron específicamente sobre los riesgos cardiovasculares inducidos por ese medicamento prescrito desde 1976 a cinco millones de personas, el 70% de las cuales no era diabética. A mediados de noviembre del 2009 las autoridades francesas asumieron finalmente que Mediator podría ser responsable de 500 muertes, pero una investigación del tradicional diario de la derecha francesa, Le Figaro, estima las víctimas mortales en unas 2.000. Con todo el sistema político en el banquillo de los acusados por los 11 años de inoperancia, la situación del presidente Nicolás Sarkozy es particularmente incómoda. Mediator era un producto del gran laboratorio francés Servier, presente en unos 150 países y Sarkozy fue consejero de Jacques Servier, la cabeza del laboratorio, durante años. Por si fuera ligera la gaffe, en 2009, el presidente Sarkozy concedió la Legión de Honor- máxima distinción del Estado francés- a.... Jacques Servier. Nadie desea pensar en la mala voluntad del prójimo, pero a veces el prójimo no colabora ni un poquito. ¿Habría 2 mil muertes que lamentar si Mediator hubiera sido un producto exportado por la industria farmacéutica de Uruguay, Argentina Bolivia, Cuba, sólo por mencionar algunos ejemplos?¿Se habría demorado 11 años en reaccionar si el producto de marras no fuera parte de la cartera de una de los grupos industriales más fuertes y vinculados de Francia? Preguntas sin respuesta certera, pero con apuestas terribles más que plausibles.
Un segundo caso. Según Wikileaks, en 1996 y en plena epidemia de meningitis en el África sub-sahariana, el laboratorio Pfizer habría llegado a la región de Kano (norte de Nigeria) con la intención de realizar un ensayo clínico para demostrar la mayor eficacia del tratamiento con trovafloxacino frente a otro antibiótico de la misma familia. Los niños tratados con trovafloxacino habrían sufrido efectos secundarios muy serios. El personal de Pfizer habría desaparecido del lugar dejando detrás de sí 11 niños muertos y decenas incapacitados. Un cable, remitido en abril de 2009 desde la capital Abuja por el embajador norteamericano en Nigeria, relata varios encuentros con representantes de Pfizer, comentando los experimentos realizados en niños en Kano, y manifestando la inquietud de que la empresa fuera objeto de juicio en Nigeria. Peor aún, cuando finalmente el gobierno de Kano interpuso una demanda civil y otra penal por este caso, tanto en los tribunales locales como en Estados Unidos, Wikileaks narra que Pfizer contrató investigadores que aportaran pruebas de corrupción contra el fiscal general de Nigeria, con el objetivo de "ablandarlo". Los diversos cables dejan en absoluta evidencia que el gobierno de USA era plenamente consciente de todas estas acciones realizadas por Pfizer en Nigeria.
Dos laboratorios, dos países. Una similar conducta. Primero la seguridad económica y jurídica de las empresas. Por último, la salud de los usuarios. La cara más oscura de la química hipotéticamente al servicio de la salud humana.
Pero no todo son sombras. No creo discutible el liderazgo de Cuba, en materia de prevención y atención pública universal de la salud. No obstante ello, Cuba está ahora incorporando la nanotecnología y las nanociencias (tecnología y ciencias de lo muy pequeño, que trabaja con la materia a escalas moleculares y atómicas) a la producción de fármacos, con el fin de elevar la calidad y efectividad de los medicamentos, y hacerlos menos invasivos y tóxicos. Esto permitirá la creación de productos para combatir el cáncer u otras enfermedades y dolencias, que en los próximos años podrían tener curación. Los investigadores del Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (Cidem) trabajan en el diseño de fármacos de acción sostenida, para mantener en la sangre, de la manera más permanente posible, la dosis exacta requerida por el paciente, sin reducciones que atenten a la eficiencia del tratamiento, ni excesos agresivos o causantes de efectos secundarios.Los expertos del Cidem buscan también los llamados fármacos diana, de uso particular en el tratamiento del cáncer, y que al ser introducidos en el organismo actuarían de manera directa y exclusiva en el lugar donde se quiera obtener el efecto terapéutico. La ciencia e industria del medicamento al servicio del hombre, para atenuar sus dolores y mejorar su calidad de vida. El lado luminoso de la realidad.
Luces y sombras de un mundo donde el hombre puede ser sujeto central o mero objeto. No creo que sea ninguna casualidad que sea sujeto central en la República de Cuba. Más bien, todo lo contrario.

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