El presidente interino del SIRPA, Jorge Gago, informó que se pasó de más de 800 fugas de menores de los centros de internación en el año 2010, a 23 el año pasado. La explicación radica en el incremento notorio del compromiso educativo de los muchachos y de las oportunidades de empleo, sumado al aumento de la cantidad de personal abocado al trabajo con ellos. Gago aseguró que el ingreso de menores viene descendiendo año a año.
El presidente interino del SIRPA (Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente), Jorge Gago, dialogó este miércoles con la Secretaría de Comunicación. En la entrevista evaluó lo que fue el año 2013 y las proyecciones para el nuevo año que comenzó.
“La evaluación es positiva. Ha sido un año donde se consiguieron muchos logros concretos, si bien resta bastante por hacer”, afirmó. Un ejemplo es la notoria baja de la cantidad de fugas. “Es uno de los indicadores más importantes, porque hace a la posibilidad de trabajar un tiempo prolongado con el muchacho en la privación de libertad, como para ayudarlo a una reinserción en la sociedad con mejores posibilidades de no reincidir y de tener una vida mejor”.
Se pasó de más 800 fugas en el año 2010, a 23 fugas en 2013. Esto implicó un aumento sustancial de la población privada de libertad. En dos años pasaron de 350 a 627 personas, de las cuales 325 están en la Colonia Berro y 302 en centros en Montevideo (39 son adolescentes mujeres y 18 están en régimen de semi libertad). Según los cálculos, en función de la cantidad de chicos que había, años atrás una persona se fugaba tres o cuatro veces en el año.
Gago explicó que 627 es una cifra que se fue acumulando con el endurecimiento de las penas por parte de la Justicia ya que a partir de febrero de 2013 comenzó a regir una nueva concepción de las penas, donde los muchachos pasan a estar por lo menos un año bajo la órbita del SIRPA ante delitos graves. “El aumento de las penas, la baja de las fugas y una mayor eficiencia en el trabajo policial hizo que la cifra de jóvenes internados arribe a 627”, insistió.
¿Por qué se fugan menos?
Una de las causas que llevan a una reducción de las fugas es el incremento en la cantidad de personal y una mayor selección del mismo. “Tuvimos ingresos importantes y se ha trabajado mejor en ese sentido”, explicó.
También se trabajó mejor con el menor. “Hoy el chico cumple tareas en los distintos hogares, quizás no todas las que quisiéramos en todos los hogares, pero en la gran mayoría se ha determinado que el trabajo con el muchacho hace que esté mejor atendido y él más tranquilo dentro del centro, haciendo un proceso que —en forma consciente o inconsciente— le brinda seguridad, la que quizás no tenía afuera”, argumentó.
Gago relató que pasaron de unos 200 exámenes en enseñanza secundaria en 2012, a 1079 exámenes en 2013. “El salto en educación fue importantísimo, tanto a nivel de secundaria como de primaria”, agregó. De los 325 muchachos internados en la Colonia Berro, solo 23 aún no terminaron la escuela. Este año 43 jóvenes la finalizaron.
“Esto muestra el compromiso del chico, teniendo en cuenta que no tiene el incentivo de los adultos, porque en la cárcel de mayores tienen el 2 por 1, es decir ante determinadas tareas se les reduce la pena. Los adolescentes no tienen ese incentivo, lo que demuestra que por propio interés están cumpliendo este proceso”, indicó.
El jerarca entiende que otro aspecto fundamental para evitar las fugas es la salida laboral. Más de 200 muchachos salieron a trabajar ya que el SIRPA cuenta con convenios con más de 50 empresas (entre estatales y privadas). “Hay toda una dinámica para que el joven tenga otras perspectivas adentro y otra atención”, agregó.
Descenso de ingresos
Gago dijo tener la sensación de que ya llegaron “al techo” en cuanto a la cantidad de menores, teniendo en cuenta que se está produciendo un descenso en los ingresos. “El promedio de chicos que ingresaban por mes era de 76, pero en diciembre de 2013 ingresaron 37”. A partir de febrero de 2014 y hasta el próximo 30 de mayo se concretará la salida de 112 chicos, que van a cumplir las nuevas penas más severas.
Personal
En cuanto al personal con el que cuenta el SIRPA, el jerarca informó que en total son unos 1200 trabajadores. Esto incluye: educadores, coordinadores, subdirectores, directores, directores de proyectos, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, procuradores y abogados entre otros roles.
Fugas de menores se redujeron de 800 en el año 2010 a 23 en 2013
El presidente interino del SIRPA, Jorge Gago, informó que se pasó de más de 800 fugas de menores de los centros de internación en el año 2010, a 23 el año pasado. La explicación radica en el incremento notorio del compromiso educativo de los muchachos y de las oportunidades de empleo, sumado al aumento de la cantidad de personal abocado al trabajo con ellos. Gago aseguró que el ingreso de menores viene descendiendo año a año.
El presidente interino del SIRPA (Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente), Jorge Gago, dialogó este miércoles con la Secretaría de Comunicación. En la entrevista evaluó lo que fue el año 2013 y las proyecciones para el nuevo año que comenzó.
“La evaluación es positiva. Ha sido un año donde se consiguieron muchos logros concretos, si bien resta bastante por hacer”, afirmó. Un ejemplo es la notoria baja de la cantidad de fugas. “Es uno de los indicadores más importantes, porque hace a la posibilidad de trabajar un tiempo prolongado con el muchacho en la privación de libertad, como para ayudarlo a una reinserción en la sociedad con mejores posibilidades de no reincidir y de tener una vida mejor”.
Se pasó de más 800 fugas en el año 2010, a 23 fugas en 2013. Esto implicó un aumento sustancial de la población privada de libertad. En dos años pasaron de 350 a 627 personas, de las cuales 325 están en la Colonia Berro y 302 en centros en Montevideo (39 son adolescentes mujeres y 18 están en régimen de semi libertad). Según los cálculos, en función de la cantidad de chicos que había, años atrás una persona se fugaba tres o cuatro veces en el año.
Gago explicó que 627 es una cifra que se fue acumulando con el endurecimiento de las penas por parte de la Justicia ya que a partir de febrero de 2013 comenzó a regir una nueva concepción de las penas, donde los muchachos pasan a estar por lo menos un año bajo la órbita del SIRPA ante delitos graves. “El aumento de las penas, la baja de las fugas y una mayor eficiencia en el trabajo policial hizo que la cifra de jóvenes internados arribe a 627”, insistió.
¿Por qué se fugan menos?
Una de las causas que llevan a una reducción de las fugas es el incremento en la cantidad de personal y una mayor selección del mismo. “Tuvimos ingresos importantes y se ha trabajado mejor en ese sentido”, explicó.
También se trabajó mejor con el menor. “Hoy el chico cumple tareas en los distintos hogares, quizás no todas las que quisiéramos en todos los hogares, pero en la gran mayoría se ha determinado que el trabajo con el muchacho hace que esté mejor atendido y él más tranquilo dentro del centro, haciendo un proceso que —en forma consciente o inconsciente— le brinda seguridad, la que quizás no tenía afuera”, argumentó.
Gago relató que pasaron de unos 200 exámenes en enseñanza secundaria en 2012, a 1079 exámenes en 2013. “El salto en educación fue importantísimo, tanto a nivel de secundaria como de primaria”, agregó. De los 325 muchachos internados en la Colonia Berro, solo 23 aún no terminaron la escuela. Este año 43 jóvenes la finalizaron.
“Esto muestra el compromiso del chico, teniendo en cuenta que no tiene el incentivo de los adultos, porque en la cárcel de mayores tienen el 2 por 1, es decir ante determinadas tareas se les reduce la pena. Los adolescentes no tienen ese incentivo, lo que demuestra que por propio interés están cumpliendo este proceso”, indicó.
El jerarca entiende que otro aspecto fundamental para evitar las fugas es la salida laboral. Más de 200 muchachos salieron a trabajar ya que el SIRPA cuenta con convenios con más de 50 empresas (entre estatales y privadas). “Hay toda una dinámica para que el joven tenga otras perspectivas adentro y otra atención”, agregó.
Descenso de ingresos
Gago dijo tener la sensación de que ya llegaron “al techo” en cuanto a la cantidad de menores, teniendo en cuenta que se está produciendo un descenso en los ingresos. “El promedio de chicos que ingresaban por mes era de 76, pero en diciembre de 2013 ingresaron 37”. A partir de febrero de 2014 y hasta el próximo 30 de mayo se concretará la salida de 112 chicos, que van a cumplir las nuevas penas más severas.
Personal
En cuanto al personal con el que cuenta el SIRPA, el jerarca informó que en total son unos 1200 trabajadores. Esto incluye: educadores, coordinadores, subdirectores, directores, directores de proyectos, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, procuradores y abogados entre otros roles.
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